miércoles, 3 de febrero de 2016

Salvar los Medios de Comunicación

La economista Julia Cagé es la autora del libro  Salvar los medios de comunicación (Anagrama). Un ensayo en el que propone, entre otras cosas, que los medios pasen a ser fundaciones que operen como lo hacen muchas universidades internacionales: como instituciones que desarrollan una actividad comercial, pero sin ánimo de lucro, ajenas a intereses personales. Si a The Guardian, uno de los periódicos más prestigiosos y leídos, le ha funcionado, ¿por qué a los demás no?
Cagé propone un modelo híbrido en el que se combinaría el negocio y el non-profito: "Un nuevo modelo" que "invita a repensar incluso la noción de propiedad privada y la posibilidad de una superación democrática del capitalismo".
Julia Cagé propone también que el Estado invierta en los medios. Entre otras propuestas, Cagé reclama un IVA reducido para internet porque tiene muy claro que la red no es la causa de la crisis de la prensa, sino un mero "acelerador". "En realidad, la caída de ingresos publicitarios viene gestándose desde los años 50", señala. "Todavía no hemos encontrado la manera de sacar dinero de la publicidad en internet", añade.
Una persona informada equivale a un voto", recuerda Cagé, quien subraya que ser accionista de un gran medio de comunicación es algo que "abre puertas, incluso las de los ministros".Lo que sí preocupa a Cagé es que los millonarios estén adquiriendo cabeceras como quien se compra un equipo de fútbol. Jeff Bezos, el fundador de Amazon, compró The Washington Post por tan sólo 250.000 dólares, "una simple gota de agua" de su inmensa fortuna. El inversor John Henry ha hecho lo propio con The Boston Globe y Carlos Slim es el primer accionista individual de The New York Times. En Francia Xavier Niel, una de las principales fortunas del país, es accionista de Le Monde y de Le Nouvel Observateur; el millonario Patrick Drahirescató Libération y Bernard Arnault (dueño de LVMH) compró Les Échos en 2007. En España, el empresario mexicano Roberto Alcántara Rojas (presidente de una aerolínea de bajo coste) ha invertido en El País. "Todos tienen algo en común. No son actores del sector de los medios", advierte Cagé.
"En España, la situación es particularmente desgarradora", lamenta la economista francesa. La crisis ha arrasado con 11.000 puestos de trabajo en los medios: una cifra que, comparada con la de EEUU, donde 15.000 periodistas se han ido al paro en un país cuya población multiplica por siete la española, ilustra lo precario de la situación. "Además, los medios españoles están muy endeudados y dependen demasiado de los bancos", concluye.